Las nuevas generaciones dejan de saber cuentos populares y pierden parte de sus tradiciones y valores que los cuentos inculcan.
Los expertos aseguran que los cuentos consiguen transmitir a los niños valores, saberes y aprendizajes de una forma divertida para ellos. Es la primera oportunidad de los más pequeños de comenzar a formarse.
“El cuento es el principal motivador para iniciar una serie de aprendizajes escolares tanto los cuentos literarios (de autor conocido y transmisión escrita) como los populares (de tradición oral, anónimos). Los cuentos serán el primer contacto de los niños con su cultura” afirma la psicóloga Cristina Reina Barrera.
Algunas de las ventajas que ofrece el cuento a nivel pedagógico son: su estructura secuencial lineal, personajes fácilmente reconocibles, formas lingüísticas que la memoria aprende sin demasiados obstáculos y estructura abierta, flexible, que permite la memorización y la transmisión.
El escritor sevillano Antonio R. Almodóvar también se ha pronunciado al respecto: Ana Pelegrín señala que el cuento posee un poder inmensamente maravilloso, ya que a través del cuento todo lo que el niño conoce cobra movimiento y actúa de formas irreales, mágicas e incluso absurdas que llenan su universo mental de matices evocadores. Los cuentos, llenos de situaciones y personajes reales o fantásticos permiten al niño evocar mental y verbalmente. El poder de la palabra y el gesto del narrador les confieren una magia y un sabor indescriptibles.
Muchos profesionales de la educación ponen de manifiesto el valor de los cuentos en el desarrollo psicológico de los niños y niñas. Tienen el valor añadido de hacer la transmisión de la herencia cultural que pasa de abuelos a nietos en toda su riqueza. De forma global podemos afirmar que los cuentos tienen un gran valor educativo por todos los recursos que ofrecen. Así, el cuento:
- Se puede emplear para el aprendizaje, para motivar otros aprendizajes y para reforzar o introducir conceptos.- Potencia el desarrollo afectivo y social.
- Desarrolla la empatía o capacidad de ponerse en lugar del otro, de aceptarlo o rechazarlo según sus características.
- Favorece la adquisición y el desarrollo del lenguaje enriqueciendo y ampliando el vocabulario de los niños, al tiempo que proporciona modelos expresivos nuevos y originales.
- Potencia habilidades paralingüísticas, actividades para expresar a través de la entonación, del ritmo, de las pausas, del tono de la voz.
- Facilita la estructuración de frases con producciones complejas y ordenadas.
- Favorece la expresión y fluidez verbal, ya que se acostumbran a oír narraciones y las practican y además la comprensión, porque captan el mensaje, secuencian ideas verbalmente…
- Estimula la observación, la atención, la memoria, la estructura temporal, la imaginación, la curiosidad y la fantasía, tan necesarias para descubrir el mundo y desarrollarse en él.
- Contribuye a comprender e ir interiorizando formas de convivencia, valores y normas.
Consecuentemente, los cuentos les ayudan a conocer y comprender el mundo que les rodea.
Algunos escritores se han dedicado a recoger estos cuentos tradicionales durante años como José María Domínguez Moreno que ha conseguido reunir a lo largo de unos 30 ó 40 años más de 250 cuentos populares de la Alta Extremadura, a pesar del gran número de historias recopiladas, José María comenta que “hace 12 años que no me cuentan cuentos, los padres sí sabían estas historias pero están muertos y los hijos no las saben”. José maría es el responsable de que esas historias no se hayan perdido gracias a su afición de escribir todas las leyendas, cuentos e historietas que le llegan a las manos, más bien a los oídos pues José María se nutre de historias orales de aquí y allá, algunas parecidas o idénticas pero no iguales. José maría Domíguez firmando un ejemplar de Los cuentos de Ahigal
Los cuentos de Ahigal, libro del que dice sólo ha suministrado la información y que ha sido su editor el que se ha encargado de todo lo demás, recoge algo más que cuentos, recoge el imaginario popular, la pillería digna del Lazarillo de Tormes y “moralejas más que lecciones”, pues la importancia de estos cuentos no reside en sus historias, que también, sino en las enseñanzas que nos transmiten, José María recuerda el cuento de Los siete cabritillos con un final peculiar, autóctono del norte de Extremadura. En esta versión es el lobo el que acaba lesionándose por culpa de los cabritillos.
Portada de Los cuentos de Ahigal
Sí realmente se está perdiendo la cultura popular y tradicional ¿podemos hacer algo? De momento José María ha decidido mantener los textos en castúo (dialecto del dialecto extremeño) como forma de preservar los cuentos como le llegaron de las personas, a las que agradece su aportación, y como forma de preservar la tradición.
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